- El Estatuto del Becario llega, por fin, tras más de dos años de espera. Prohíbe a las empresas a utilizar a estas personas como empleados o que hagan labores de los trabajadores, tendrán que tener un plan de formación específico para ellos, no podrán encadenar contratos de forma abusiva y habrá que compensarles los gastos
El Ministerio de Trabajo ha iniciado la tramitación normativa del Estatuto del Becario para evitar que las compañías utilicen a estas personas en formación como auténticos trabajadores. Acaba de lanzar a consulta pública, hasta el 16 de octubre, el Proyecto de Ley del Estatuto de las Personas en formación práctica no laboral en el ámbito de la empresa.
El texto indica que se pretende evitar que las compañías utilicen a estas personas como trabajadores, haciéndoles encadenar varios contratos de prácticas, y a la par, suponiendo un fraude a la Seguridad Social. "Existen sectores en los que se ha normalizado la existencia de los denominados becarios o becarias, esto es, personas que desarrollan una actividad más propia de la relación laboral, pero sin cumplimiento de las obligaciones empresariales, ni el reconocimiento de los derechos inherentes a dicha condición", indica la consulta.
Para evitar que se dé este abuso, el Estatuto del Becario aclarará qué es actividad formativa y qué es laboral. De este modo, se ayudará a los tribunales laborales y también a la Seguridad Social a distinguir entre unas y otras. "Se pretende establecer reglas y criterios claros y expresos para que esa actividad interpretativa de los tribunales y también de la propia Inspección de Trabajo y Seguridad Social, sea expresa, más clara y objetiva y por tanto más fácil de determinar", apunta la futura norma.
Por otro lado, se establecerán planes formativos para estas personas dentro de las empresas, que tendrán carácter no laboral, y contarán con una tutorización obligatoria tanto por parte del centro educativo como de la empresa. Finalmente, se complementarán las prácticas laborales con un conjunto de derechos en materia de conciliación, acoso o prevención de riesgos.
"Igualmente se pretende establecer una compensación por gastos de modo que el desarrollo de estas actividades formativas no suponga un gasto para las personas en formación, ni un obstáculo a su acceso para aquellas que tengan una menor capacidad económica", señala el texto sometido a consulta.
Trabajo justifica que el objetivo del Estatuto del Becario es evitar "de forma clara y eficaz la eventual utilización de esta figura para encubrir fraudulentamente contratación laboral, con el fraude que supone no solo para los derechos de las personas trabajadoras, sino también para los propios recursos del sistema de Seguridad Social".
Fuente: elEconomista