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LA VOLATILIDAD DEL EMPLEO TRUNCA LA GRAN RETENCIÓN EN ESPAÑA Y RECALIENTA EL MERCADO LABORAL

23 enero 2025
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  • Los salarios en las ofertas de empleo suben más que en las grandes economías del euro y EEUU

 

España cierra el año 2024 como líder destacado en materia salarial entre las grandes economías del euro, superando incluso a Estados Unidos. Eso sí, estamos hablando de las subidas de los sueldos recogidos en las ofertas de empleo, una métrica que refleja el 'sobrecalentamiento' del mercado laboral: léase la falta de mano de obra y el pulso entre candidatos y empresas. Mientras que en países como Alemania o Francia esta pugna se ha enfriado en el marco de lo que muchos llaman una 'Gran Retención' de trabajadores, en el nuestro mantiene una intensidad inédita para el mercado laboral con la mayor tasa de paro. La causa apunta a que la volatilidad de los puestos se ha convertido en la gasolina que alimenta este sorprendente 'incendio'.

Desde hace un par de años, el metabuscador Indeed elabora un rastreador de salarios a partir de todas las ofertas publicadas en línea los principales mercados laborales occidentales (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, la zona euro, Francia, Alemania, Italia, España, Irlanda y Países Bajos). Una herramienta que ha ido ganando prestigio hasta el punto de que sus resultados son mencionados habitualmente en las intervenciones de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, que la considera una de las variables a tener en cuenta en el análisis de la compleja relación entre la evolución del empleo y la inflación.

Sobre todo, porque la política monetaria común se ha visto obligada a mejorar su 'termómetro' sobre los sueldos para detectar los temidos 'efectos de segunda vuelta' sobre la inflación, pero también a afinar al máximo sus decisiones en materia de tipos al máximo para evitar un freno a la creación de empleo. Frente a los datos de los convenios o los ingresos tributarios, que miden lo que cobran los trabajadores, el Wage Tracker de Indeed revela lo que las empresas están dispuestas a pagar para encontrar trabajadores. Algo clave en un escenario de bajo paro y unos datos de vacantes que han sido especialmente elevados en las grandes economías, como la mencionada Alemania.

Este fenómeno es la variante europea de la Gran Renuncia de la que se empezó a hablar en Estados Unidos a finales de 2021: un auge de las dimisiones y las dificultades para encontrar trabajadores que se tradujo en un incremento de los sueldos, y se convirtió en uno de los grandes quebraderos de cabeza de la Fed. En el Viejo Continente la situación tuvo una complicación adicional por la exposición a la guerra de Ucrania y su impacto en los precios de la energía. Y, aun así, el mercado laboral no solo no se resintió, sino que las empresas siguieron subiendo sueldos para cubrir sus vacantes.

Dos años después, las incertidumbres económicas, tanto en Europa como en América, han terminado haciendo mella en la actividad y en la demanda de trabajadores. Sin embargo, el exceso de vacantes ha actuado de colchón para evitar que se traslade en un incremento del paro. Las empresas contratan menos pero no despiden y, además, las menores oportunidades en la competencia reducen la tasa de renuncias de trabajadores. De la Gran Dimisión hemos pasado a hablar de la Gran Retención.

Y aquí es donde España se sale de la norma. Pese al crecimiento económico y del mercado laboral, sigue siendo el país con mayor número de personas que buscan trabajo y, además, la menor tasa de vacantes de la zona euro: solo un 0,9% de los empleos están por cubrir, frente al 2,5% de media en los países de la moneda única o el 3% de Alemania. Sin embargo, los salarios de las ofertas de empleo suben más que en las principales economías de la zona euro (Alemania, Francia e Italia). En concreto, a cierre de 2024 crecían un 4,8% frente al 3% germano, el 1,6% galo y el 3,4% italiano y el 3,3% de la media del euro. Es un porcentaje inferior al 5,3% de hace un año, pero no deja de ser una evolución más que sorprendente si tenemos en cuenta nuestros datos de desempleo y puestos sin ocupar. Y es que, la diferencia que en la zona euro o Estados Unidos, las subidas en España siguen muy por encima de las anotadas a inicios de 2019.

Una de las variables que podría explicar esta evolución está en las subidas del SMI en los últimos años (del 26% acumulado) y los acuerdos en la negociación colectiva. Pero hay que tener en cuenta que su peso no es determinante: las ofertas que publican sueldos lo hacen por cantidades superiores al salario mínimo e intentan ser más competitivas que la competencia, con lo cual evitan la fórmula del "salario ajustado a convenio".

Eso implica que su margen de asimilar estos incrementos 'impuestos' desde fuera es mayor. Un ejemplo lo vimos en 2019: el Gobierno aprobó un histórico incremento del SMI del 22,3%, pero las ofertas solo subieron un 3,08%. Aunque es posible que según se incrementa la referencia salarial fijada por ley, esta elasticidad se haya ido reduciendo, no explica que España tome la delantera con menos paro y más problemas para encontrar trabajadores.

La inflación y su impacto en la negociación colectiva ha tenido quizá más peso que el salario mínimo, ya que las empresas se ven obligadas a desmarcarse de los acuerdos en convenio para poder atraer profesionales que ya trabajan en otras empresas. Los precios han registrado un notable incremento en la recta final del año, impulsados por la energía, que ha coincidido con el repunte en las ofertas. Pero el nuestro no es el único país en el que la inflación ha repuntado en los últimos meses. ¿Por qué se traslada con mayor intensidad a los salarios ofrecidos a los candidatos?

 

LA PRECARIEDAD COMO MOTOR DEL EMPLEO

 

Una de las particularidades del caso español es que la subida de las ofertas se produce más tarde que en el resto. Mientras en Alemania da arranque a mediados de 2021, en nuestro país las ofertas salariales registraron incluso descensos y una evolución débil hasta el primer trimestre de 2022. En esa época coinciden el fin definitivo de los confinamientos de la pandemia (tras el 'fin de fiesta' de la variante ómicron entre diciembre de 2021 y enero de 2022) con la entrada en vigor de la reforma laboral.

Así, muchas empresas en el sector servicios (sobre todo hostelería y comercio) que reinician su actividad tras la crisis sanitaria se encuentran con que mucha de su mano de obra habitual ha iniciado un trasvase a otros empleos, mientras el nuevo marco legal les obliga a priorizar la contratación indefinida en actividades que antes optaban por la temporal. Esta confluencia dispara la competencia por fichar trabajadores que tienen muchas más opciones que nunca para acceder a empleos más estables.

Pero a pesar de haber reducido la temporalidad, no ha erradicado la volatilidad del mercado laboral. Y esto puede explicar el auge de los despidos y bajas por no superar el periodo de prueba entre los trabajadores con un contrato indefinido. Pero, en paralelo, también crecen las dimisiones, que marcan niveles récord de unas 2.800 al día según los registros de la Seguridad Social. Un fenómeno que lleva a que muchas empresas se encuentren con un escenario inédito en el que han dejado de tener la sartén por el mango.

Este panorama es muy diferente al de un enfriamiento de la demanda de mano obra en sectores de alta cualificación, como el tecnológico, que explica el grueso de la Gran Retención en otros mercados, como el alemán o el francés, con una menor volatilidad. En España esa demanda se mantiene, como hemos contado en elEconomista.es (en parte por la importante inversión pública regada con fondos europeos), pero la clave son los empleos de menor cualificación.

Curiosamente, los dos únicos mercados laborales que superan a España en ofertas salariales son Reino Unido y Países Bajos. Ambos superan el 6%, aunque por motivos diferentes. Las empresas inglesas sufren una escasez de mano de obra inmigrante desde el Brexit, mientras las holandesas son ahora mismo las que más 'tiran' de contratos temporales en la UE. Aunque, eso sí, con una tasa de rotación menor que la española.

En todo caso, la comparativa muestra que las subidas de las ofertas salariales, y su potencial efecto en los precios, se concentra en sectores con empleos de peor calidad o más inestables, pero ya no es solo una volatilidad involuntaria, como ha sido tradicional en España. En el escenario actual las vacantes se mantienen elevadas, pero eso da más opciones a los trabajadores de cambiar de empleo, aunque suponga renunciar a un empleo fijo.

 

 

Fuente: elEconomista