- El Departamento ha tenido que movilizar cerca de 4.000 millones extra para cubrir el coste
El coste de las bajas laborales acumulado hasta el mes de noviembre suma ya un gasto para la Seguridad Social de 14.637,36 millones de euros en 2024. Y es que, a pesar de que todavía falta contabilizar el mes de diciembre, el gasto del Ministerio en incapacidad temporal (IT) ya supera al registrado en 2023, cuando se situó en 14.094,55 millones de euros, alcanzando un nuevo máximo histórico. Los datos se enmarcan en plenas negociaciones del Ministerio con patronal y sindicatos para la reforma de las denominadas como "altas progresivas". Una medida con la que se pretende que la incorporación de los trabajadores desde las bajas laborales se haga de manera paulatina.
Según el último Avance de Ejecución presupuestaria de la Seguridad Social, el Departamento de Elma Saiz tuvo que movilizar hasta noviembre cerca de 4.000 millones de euros extra para cubrir los gastos derivados de bajas laborales. En un principio, había presupuestado 11.764,30 millones de euros, pero a lo largo del año ha tenido que añadir 3.909,52 millones extra para cubrir los subsidios, lo que ha dejado el presupuesto final para el año pasado en 15.673,82 millones de euros. A falta de un mes para cerrar el año, el Ministerio ha ejecutado el 93% del presupuesto, por lo que esta cifra no tendría por qué incrementar.
La mayor partida de gasto es el subsidio temporal por contingencias comunes, que supone el 91% de las obligaciones reconocidas por IT en 2024. Es decir, la mayor parte del presupuesto se dirige a cubrir las bajas temporales por enfermedades comunes o accidentes que se desarrollan fuera del entorno laboral (o que no están directamente relacionados con la actividad laboral del empleado). Esto incluye desde bajas de corta duración por una gripe, hasta otras de larga duración como las que involucran enfermedades mentales o patologías que implican una ausencia más prolongada del trabajador. El subsidio engloba también los permisos de maternidad, por el fallecimiento de un familiar o por embarazo de riesgo, entre otros.
La comparativa de los informes de ejecución de la Seguridad Social de los últimos catorce años, tomando como referencia el avance del mes de diciembre, pone en relieve el aumento en el gasto por incapacidad temporal, que ha crecido un 117,5% de 2010 a 2024. En concreto, desde el año 2017, cuando se empezó a contabilizar el gasto destinado a las bajas por contingencias comunes, ha pasado de 6.567,14 hasta 13.357,77 millones de euros hasta noviembre. Un incremento del 103,3%. En comparación con el año pasado, el monto dedicado a esta partida ha aumentado en 719,66 millones (un 6% más) a pesar de que se había previsto gastar lo mismo que en 2023.
El subsidio por contingencias comunes, sin embargo, deja fuera los accidentes laborales y los que ocurren de camino al trabajo -también conocidos como in itinere-, que se recogen en el subsidio temporal por contingencias profesionales y que suponen el 9% de las obligaciones por IT.
Según las fuentes consultadas del Ministerio de Elma Saiz, la evolución del gasto en IT está marcada, en gran parte, por el incremento en el número de afiliados a la Seguridad Social y la subida progresiva de las bases de cotización ligadas al SMI, entre otros factores. "Durante la pandemia se creó una IT específica que tenía un nivel de protección mayor, y es cierto que se nota ese salto en el año 2020", explican estas mismas fuentes. Y agregan que, desde el Covid, el gasto en incapacidades ha crecido en la mayoría de países.
El Ministerio de Seguridad Social explicaba hace un mes, tras su primera reunión con agentes sociales para reformar la incapacidad temporal, que las "altas progresivas" estarán dirigidas a procesos de larga duración. Es decir, de más de 90 días de baja.
Según apuntaba entonces la ministra, la propuesta final queda lejos de las "bajas flexibles" que generaron polémica dentro del Ejecutivo. De hecho, las personas que vuelvan de una incapacidad temporal de larga duración necesitarán de una alta médica. Es decir, no se tratará de una decisión voluntaria, ni implicará que una persona pueda volver a trabajar sin antes recibir la autorización médica. Así las cosas, el primer encuentro con agentes sociales sirvió para descartar que la reforma de la incapacidad temporal vaya a reducir el gasto.
La tasa de absentismo en España para el tercer trimestre de 2024 fue del 7,5% según el X Informe trimestral absentismo y siniestralidad laboral de la empresa de trabajo temporal Adecco. Si nos centramos en el absentismo por Incapacidad Temporal (el más importante), la tasa es del 5,8% (un aumento de 0,2 puntos en comparación con el trimestre anterior y de 0,3 respecto al mismo periodo del año pasado). Según explicaba director de The Adecco Group Institute, Javier Blasco, tras la publicación del documento, "si crece la economía, crecen las ausencias laborales".
Además, según el Informe completo de absentismo laboral de Randstad las ausencias en el puesto de trabajo por incapacidad temporal provocaron la pérdida del 5% de las horas pactadas, lo que equivale a que –de media al día – 1.087.875 personas no fueran al trabajo por encontrarse de baja médica. Un problema que ha sido transmitido por las principales patronales de nuestro país –CEOE y Cepyme– en numerosas ocasiones en los últimos años.
Fuente: elEconomista